Editorial

Bueno saber! Rotación de cultivos: un método sostenibile para mejorar la fertilidad del suelo

22/05/2023




La rotación de cultivos es una práctica agrícola que consiste en alternar cultivos en un terreno determinado, en lugar de cultivar la misma especie vegetal todos los años. Este método se utiliza desde hace miles de años pero ha caído en el olvido en las últimas décadas debido a la explotación creciente de la superficie agrícola que ha dado lugar a un mayor uso de fertilizantes y pesticidas químicos. Sin embargo, la rotación de cultivos se ha hecho cada vez más popular entre los agricultores que intentan utilizar prácticas agrícolas sostenibles.

Beneficios de la rotación de cultivos

La rotación de cultivos puede aportar numerosos beneficios tanto para la fertilidad del suelo como para la salud de las plantas. En esta sección exploraremos los beneficios principales de la rotación de los cultivos.



1. Reducción de la compactación del suelo

La compactación del suelo es un problema común en el monocultivo (alternancia en el terreno del mismo cultivo) debido al uso de maquinaria agrícola que realiza siempre las mismas operaciones específicas para cada cultivo. La rotación de cultivos puede ayudar a reducir la compactación del suelo porque cada tipo de planta requiere operaciones distintas y tiene un sistema radicular diferente que trabaja en profundidad, mejorando la estructura del suelo y dejando a menudo mejores condiciones de fertilidad para el cultivo siguiente.

2. Mejora de la fertilidad del suelo

Las plantas necesitan una serie de nutrientes para crecer y, si las mismas plantas se cultivan repetidamente en el mismo terreno, pueden agotar los nutrientes del suelo. La rotación de cultivos puede mejorar la fertilidad del suelo porque cada tipo de planta absorbe nutrientes diferentes del suelo. Además, algunas especies como las leguminosas pueden fijar el nitrógeno del aire e incorporarlo en el suelo, mejorando su fertilidad.

3. Reducción de las enfermedades de las plantas

Las plantas pueden ser más susceptibles a las enfermedades si se cultivan repetidamente en el mismo terreno, ya que se desarrollan patógenos específicos, como hongos y bacterias, que crean un entorno difícil para el cultivo posterior. La rotación de cultivos puede reducir el riesgo de enfermedades de las plantas porque puede interrumpir el ciclo vital de estos organismos reduciendo su impacto en las plantas.

4. Control de las plagas de insectos

Las plagas de insectos son otro problema común en el monocultivo. La rotación de cultivos puede ayudar a controlar las plagas de insectos porque algunas plantas pueden rechazarlos o atraer a insectos útiles que se alimentan de los insectos dañinos.

5. Aumento de la diversidad biológica

La rotación de cultivos puede aumentar la diversidad biológica del terreno, al proporcionar un hábitat para una gran variedad de organismos beneficiosos. Estos organismos ayudan a mejorar la fertilidad del suelo descomponiendo la materia orgánica y transformándola en nutrientes para las plantas.

Cómo implementar la rotación de cultivos

La rotación de cultivos se puede implentar de forma diferente en función de la región, del clima, de los recursos y de los cultivos específicos. En esta sección analizaremos algunas consideraciones importantes para aplicar la rotación de cultivos.

1. Planificación

La planificación es un aspecto fundamental de la rotación de cultivos para garantizar la maximización de los beneficios para el suelo y para las plantas. La planificación implica elegir las plantas que se van a cultivar y la duración del ciclo de cultivo para maximizar los beneficios y minimizar los daños.Es importante elegir las plantas que se van a cultivar en función de las condiciones específicas del suelo y de las necesidades nutricionales de los cultivos.La rotación puede tener una duración variable, dependiendo también de las necesidades de la explotación agrícola.

2. Rotación de al menos tres cultivos

La rotación de al menos tres cultivos diferentes es un aspecto fundamental de la rotación. Alternar tres o más cultivos puede ayudar a maximizar los beneficios para el suelo y para las plantas al aportar distintos nutrientes y mejorar la estructura del suelo.

Por ejemplo, se pueden alternar un cereal, una leguminosa y una hortaliza de raíz o rizoma. Los cereales, como el trigo o el maíz, son plantas que requieren una gran cantidad de nutrientes, entre ellos nitrógeno, fósforo y potasio, por lo que tienden a empobrecer el suelo, mientras que las leguminosas como las habas, las judías o las lentejas pueden fijar el nitrógeno atmosférico en el suelo, enriqueciéndolo con este nutriente y, además, necesitan algunas operaciones de cultivo que beneficiarán el cultivo siguiente. Las hortalizas de raíz o rizoma, como las zanahorias o las patatas, tienen un sistema radicular profundo que puede ayudar a mejorar la estructura del suelo.

Además, es importante tener en cuenta la duración de los cultivos para planificar la rotación con eficacia.

Los cultivos de ciclo corto, como la lechuga u otras hortalizas de hoja, se pueden intercalar entre dos cultivos principales (de ciclo más largo) para aprovechar al máximo el terreno y aportar nutrientes diferentes a las plantas. La elección de los cultivos depende de las necesidades específicas del suelo y de las plantas, por lo que es importante elegir los cultivos que mejor se adaptan a las condiciones del terreno.

3. Alternar plantas herbáceas anuales y perennes

Alternar plantas herbáceas anuales y perennes es otro aspecto importante de la rotación de cultivos. Las plantas anuales, como el maíz o el trigo (duro o tierno), crecen y se desarrollan en un único ciclo de crecimiento y necesitan una gran cantidad de nutrientes para mantener su crecimiento. Estas plantas pueden agotar rápidamente los nutrientes del suelo y reducir su fertilidad si se cultivan repetidamente en el mismo terreno.

En cambio, las herbáceas perennes, como la alfalfa o el trébol, tienen un sistema radicular más desarrollado y viven más de un año. Estas plantas necesitan menos nutrientes que las anuales, y la alfalfa en particular, al ser una leguminosa, puede enriquecer el suelo con nitrógeno y otros nutrientes. Sin embargo, la elección de las plantas anuales y perennes que se van a alternar depende de las necesidades específicas del terreno y de las plantas. Es importante elegir las plantas que mejor se adaptan a las condiciones del terreno para maximizar la fertilidad del suelo y la salud de las plantas.

Otras ventajas de la rotación de cultivos

Además de los beneficios mencionados, la rotación de cultivos también puede tener otras ventajas. Una de ellas es la reducción de la contaminación del suelo por los metales pesados como el plomo y el cadmio.

Algunas plantas, como el girasol y la mostaza, pueden absorber estos metales pesados del suelo, reduciendo su presencia.

Además, la rotación de cultivos puede ayudar a mejorar la calidad del suelo en general. Algunas plantas, como las leguminosas, pueden enriquecer el suelo con nitrógeno y otros nutrientes, mientras que otras pueden ayudar a prevenir la erosión y mejorar la estructura del suelo.

La rotación de cultivos es una práctica importante para mejorar la fertilidad del suelo y reducir el impacto medioambiental de la agricultura. Sin embargo, incluso con la rotación de cultivos, puede ser necesario complementar la nutrición de las plantas con el uso de fertilizantes. En este contexto una opción que está ganando popularidad es la fertilización foliar.

La fertilización foliar es una técnica de nutrición vegetal que consiste en la aplicación de fertilizantes líquidos o hidrosolubles a nivel foliar. Este método puede utilizarse en combinación con la fertilización del suelo para aportar nutrientes a las plantas de forma más eficaz.

Además, la fertilización foliar puede utilizarse para corregir deficiencias específicas de nutrientes de forma rápida y eficaz. Sin embargo, es importante señalar que la fertilización foliar no debe considerarse un sustituto de la fertilización del suelo o de la rotación de cultivos. Por el contrario, esta técnica debe entenderse como parte integrante de un programa de nutrición de los cultivos completo y bien planificado.